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Día 8 - Película más cursi

NO MIRES PARA ABAJO.
PARA HACER EL AMOR COMO DIOS MANDA
de Eliseo Subiela


¿Hay que agregar algo después de semejante título?
En realidad sí, porque la película llega a ser aún peor de lo que suena.
Lo difícil de esta categoría no fue pensar en el título sino escoger cuál de todas las películas de Eliseo Subiela podría ser más cursi. Elegí “No mires para abajo” porque por trabajo la tuve que ver muchísimas veces en cine y DVD. Y la gocé y la sufrí como ninguna película, así que aprovecharé este momento para hacer catarsis. La primera vez me reí como si se tratara de una comedia porque no podía creer lo absurdo que era, pero la última vez, sentada en mi oficina, lloraba sangre.


Citaré textual la sinopsis para que vean que, ni siendo objetivos, deja de ser cursi:
“Eloy es un joven sonámbulo que cae del techo, como un regalo del cielo, en la habitación de Elvira quien lo iniciará en el mundo del sexo tántrico. Casi como un libro de educación tántrica el filme tomará el rumbo de la búsqueda hacia el placer compartido. Puede definirse como la historia de amor entre un muchacho que anda en zancos y la nieta de una bruja. O también la narración de cómo una aventura de verano acaba convirtiéndose en un manual de sexo tántrico”.

Película llena de magia, fantasía, metáforas y alegorías innecesarias, simplistas y cursis. Hay escenas que infortunadamente jamás borraré de mi mente:
-Esa metáfora irrisoria en la que Eloy va constantemente a la ferretería donde trabaja la ex amante de su papá a pedirle “una tuerca para este tornillo”.
-Las campanas y las ciudades que “visita” mágicamente Eloy cuando está llegando al orgasmo. “Viaja” a Roma, París, Venezia y Medellín. ¡En serio! ¿Medellín? ¿Era necesario?
-Los nombres de las posiciones sexuales.
-Los nombres que Eloy y Elvira le ponen a sus genitales. (La de ella "el valle dorado")
-Eloy disfrazado de empanada en las calles y los chistes sin gracia al respecto.
-Los ejemplos que Elvira da en sus lecciones de sexo tántrico.
-Eloy caminando por ahí en zancos y enseñándole a su novia. (Lo peor es que hasta esto lo use como “metáfora” de algo).

En conclusión también la pondría en “peor película” porque  me faltaría hablar de la pésima actuación, los malos dálogos, el desastroso guión y los imperdonables errores técnicos. 

*Jamás olvidaré el día en que vi en vivo y en directo a Robert McKee (guionista y teórico) diciéndole a Subiela que lo admiraba demasiado y le encantaban sus películas. Casi entro en shock.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Escoger una sola película como la más cursi es jodido. Qué cantidad de pendejadas sacan.
Lo que pusiste casi me deja en coma diabético. Tanta vuelta y el man lo que quiere, en el fondo, es hacer porno. Se puso a inventarle argumento a un género que no lo necesita, y además rosado.
Qué cosas las que te toca ver. Citica.

Saludos.

juliospi dijo...

Momento! Él dijo que quería hacer un aporte a la sociedad para que la gente aprendiera sobre sexo tántrico. Hay que agradecerle, jaja. La película es una especie de manual didáctico. Así que al menos, creo yo, su pretención no era ni siquiera hacer una película y menos una obra de arte. Pero te la recomiendo, se puede convertir en comedia, en serio.

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